Cuando llevamos mucho tiempo viviendo en un lugar nos acostumbramos a él y perdemos la sensación de belleza que nos cautivó al descubrirlo. En este Vallle nuestro, tan distinto según las estaciones pero siempre tan bonito, no dejo de maravillarme de vez cuando al mirar por la ventana. Esto me ocurrió ayer: noté una luz diferente, me asomé y descubrí este precioso arco iris que partiendo de la tierra se elevaba al cielo.
Marisa Regidor.
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Por cierto, había dos arcoiris.
Fue alucinante, estaba haciendo los deberes cuando mi hermano dijo:
¡Mira Iria!
Y entonces me asomé y lo vi.
¡le eché un monton de fotos!
No hay palabras para describirlo